jueves, 18 de agosto de 2011

La vida será mi hogar

-Cuando usted diga, yo la estaré esperando en el amanecer.
-Muy bien, aunque yo prefiero el espumoso mar mientras el viento bate nuestras monstruosas cabelleras, en el crepúsculo del fin del mundo ¿Le parece?
-A vos allá te espero. Exacatamente en mil novecientos treinta y dos millones de minutos con siete millones doscientos cuatro mil setenticiete segundos. Lleva una pantufla izquierda.
-Por supuesto, y quitaesmalte.
- Claro, para la cáscara de nuez.
- Así quitamos el esmalte que conforma la coraza de la nuez, y con la izquierda bien cubierta, extendemos el rescate al exterior del universo.
- Sí. Pero alguien tiene que quedarse cuidando el refugio en la fortaleza, las olas están muy fuertes y los peces podrían enroscarse en la cuerda y no tendríamos cómo volver.
-Tranquilo, ya lo pensé... el ansuelo de la realidad nos va a traer devuelta... Siempre tan tajante y resquebrado, no nos va a dejar escapar...
- Pero...¿Y si en realidad está tirando desde el otro lado, pero nosotros tenemos las mentes confusas? ¿Y si en realidad la misma está haciendo fuerza del otro lado para que vayamos? Pero nosotros estamos tan confundidos que volvemos incocientemente y por eso siempre estamos en el mismo lugar.
-Somos como el reloj, en círculos por el mismo lugar, marcando el paso del tiempo...
-Pero quizás algún día nos sangren los ojos, y entonces seremos capaces de no ver, por fin. Y correremos para donde esten las mejores fortunas. Guiados por la libertad de los vientos color rosa.
-¡Sí! Y el no ver nos desarrollará los otros sentidos, palpando la suavidad del polvo, oliendo la perseverancia de la resina, saboreando lo enriquecedor de un arrollo sereno, nos encontraremos...
-Y algún día seremos tolerantes con lo desconocido, tan tolerantes que ya no sabremos nuestro nombre. Y la libertad, la libertad será nuestro espíritu.
-Soberana de mi destino, sometida a las leyes de la Naturaleza...
-Y la vida será mi hogar.

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