domingo, 9 de octubre de 2011

Infinito

Imagínate.
Imagínate solo, completamente.
Imagínate solo en el infinito,
desnudando al tiempo.

Estático como la luna
y su vulnerabilidad.
Combatiendo contra la nada,
gritándole a la vida en voz baja,
que te oiga, que calle, que espere.

Imagínate en el infinito,
solo.
En el final de tus fuerzas,
que son sólo el principio.

Imagínate todo el infinito
en tí.
Rellenando tanto,
con tan poco.
Y entonces imagina en tí,
el infinito...

Será

Arrastro conmigo
el áspero recuerdo
de tu inconstancia,
de tus suaves miradas.

Conservo la imagen
de tus manos,
en blanco y negro
renovándose día a día.

Censuro al olvido
y dejo a nuestros cuerpos
bailar juntos
una vez mas.

Entregándome al pasado
me dejo penetras
por noches violentas
llenas de luz.

Siento tu olor
y sé que no me equivoco,
porque inmediatamente
tu respiración vuelve
a refugiarse en mi cuello.

Te pienso, te imagino,
arañándome la espalda,
mordiendome, desvistiendome.
Arrancando la inocencia de mi vientre,
desvelando esquinas silenciosas.
Batiendo mi sangre,
agitando cada vena.
Devorandome el alma.

Será por eso que te decidí lejos,
será por eso también, que te extraño.




octubre 2011