Me dejo, me olvido.
Te siento, con tus manos, con mi mirada.
Te cito,
entre el humo y mi sombra.
Desarmame.
Las imágenes y mis manos se hunden
en la ingobernable batalla contra el olvido.
A ver quién te recuerda mejor
Te cito, bonita
descubriendote de nuevo.
El tiempo corre como siempre,
lo dejemos o no.
Corre en busca de nuestro encuentro.
Te cito, plenamente.
Caótica, serena.
Más suave que hacerle el amor a la música.
Y te vuelvo a citar,
para no olvidarme nunca
la manera más dulce en la que me robaste
la inocencia.
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