viernes, 1 de octubre de 2010

Y ahí entendí que no iba a entenderlo. Debería aceptarla por cómo es y nada más. Debería asumir que no era una etapa, sino una vida.

Y por qué estaba ahí? Si ella no tenía nada que ver.
Y por qué la miraban? Si ella no había hecho nada.
Y por qué se reían? Si no dijo nada.
Por qué la ignoraban? Cuando ella gritaba...
Y por qué la llevaban? Si ella no quería.
Y por qué lo hacían? Si no entendía.
Y por qué seguían? Cuando ella dijo basta.
Y ese día marcaron con indiferencia su vida. Escribieron los sueños de sus próximas noches. Ya que no podría irse a dormir sin antes escuchar su tan real recuerdo de esos sonidos. Sirena.
Ya que no podría soñar con otra cosa que no fueran esas sonrisas, que lo último que expresaban era alegría.

Escrito el 23 de Julio del 2009. Reencontrado el 1 de Octubre del 2010. Jajaj

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